sábado, 15 de mayo de 2010

Tubo de 14 cms de ancho como otra posibilidad en el golfo de México. (AP)

HAMMOND, Louisiana, EE.UU. (AP) - BP encontró el sábado problemas en su nuevo intento de detener el enorme derrame de petróleo en el Golfo de México, informó el sábado el secretario del Interior Ken Salazar.


Salazar indicó que BP está intentando introducir un delgado tubo de 1,6 kilómetros (una milla) de longitud al interior del pozo para tratar de sacar el petróleo hacia la superficie. A pesar de los problemas, BP continúa trabajando en el fondo del océano, agregó.


"Hubo un problema, tuvieron que reconfigurar el plan y ya están trabajando de nuevo, intentando que quede insertado", dijo Salazar durante una rueda de prensa la mañana del sábado, aunque se negó a ofrecer más detalles.

En principio, BP intentó detener el escape de petróleo hacia el Golfo de México al activar un interruptor preventivo de explosiones. Hace una semana, intentó capturar el derrame con un domo de 100 toneladas. El experimento más reciente es insertar un tubo delgado en el pozo que despide petróleo a alta presión.


BP ha ofrecido información escueta sobre el progreso que ha logrado en tratar de introducir el tubo de 15 centímetros de ancho (seis pulgadas) rodeado por un aro de goma en el tubo de 53 centímetros (21 pulgadas) que arroja petróleo desde el suelo marino.

La empresa indicó que técnicos de BP movían palancas con cuidado para guiar a sus robots en lo profundo del mar e insertar el tubo, pero no hicieron declaraciones sobre el informe presentado de Salazar.


La tarea iba por su segundo día. "Nunca habíamos hecho operaciones de este tipo anteriormente y necesitamos tomarnos nuestro tiempo para hacerlo bien" dijo el sábado el vocero Jon Pack en un comunicado por correo electrónico.

El tubo pretende sacar el petróleo como si se tratara de una pajilla de sorber hasta un buque tanque en la superficie y el aro a su alrededor impediría que el crudo se siga derramando en el mar.


La petrolífera también fue informada de que los reguladores federales habían aprobado regar solventes químicos en el mar, una medida polémica porque nunca se ha realizado bajo el agua.

Tradicionalmente utilizados en la superficie, los solventes actúan como un detergente para compactar el petróleo en pequeños glóbulos, lo cual permite que se disperse más rápido en el agua o en el aire antes de que las corrientes pueda llevarlo a la costa.


A más de tres semanas de la explosión de la plataforma petrolera que mató a once trabajadores y dejó un derrame desastroso, el presidente estadounidense Barack Obama atacó a los perforadores de petróleo y a su propia administración mientras ordenaba una revisión especial de los permisos de perforación.

Obama condenó el "espectáculo ridículo" de los ejecutivos de petróleo que se echaron la culpa unos a otros en audiencias del Congreso y criticó la "relación acogedora" entre las compañías y el gobierno federal.


"No toleraré más la transferencia de culpas ni la irresponsabilidad", dijo Obama en la Casa Blanca, acompañado por miembros de su gabinete.

"El sistema falló y falló a lo grande. Y para eso, hay suficiente culpa para todos. Y todas las partes deberían aceptarla", dijo el presidente.


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Los periodistas de The Associated Press Erica Werner, Matthew Daly y Frederic J. Frommer en Washington, Jason Dearen en Nueva Orleans y Melinda Deslatte en Baton Rouge, Louisiana, contribuyeron a este despacho.

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