domingo, 2 de mayo de 2010

Alerta ambiental en el Golfo de México.

VENICE, EEUU (Reuters) - El presidente Barack Obama visitará el domingo la costa estadounidense del Golfo de México, mientras su Gobierno busca desviar las críticas sobre que podría haber respondido antes al enorme derrame que amenaza con convertirse en una catástrofe económica y ambiental.

El incidente podría finalmente igualar o superar al desastre del Exxon Valdez en Alaska en 1989, el peor derrame de crudo en la historia de Estados Unidos.

Los esfuerzos por contener el derrame y proteger la delicada costa continuaban el sábado, pero eran limitados debido a los fuertes vientos y violentas marejadas, dijeron autoridades.

Funcionarios estadounidenses reconocieron el sábado que era "inevitable" que el petróleo de la filtración fuera de control en el Golfo de México alcance la costa de Estados Unidos, y que posiblemente llegue primero a Luisiana.

Miembros del gabinete de Obama, incluidos los secretarios del Interior y Seguridad Nacional, tenían previsto aparecer en programas noticiosos de la mañana del domingo para discutir la respuesta del Gobierno. Asesores de Obama dijeron el sábado que han estado "totalmente comprometidos" desde el comienzo en la observación del problema.

"Hay suficiente petróleo allí por lo que es lógico pensar que llegará a la costa, Es sólo una cuestión de dónde y cuándo", dijo el almirante de la Guardia Costera estadounidense, Thad Allen. "La Madre Naturaleza tiene voz en este asunto", agregó.

La línea costera desde Luisiana a Florida está amenazada por el derrame, cuyo tamaño estimado es de unos 208 a 112 kilómetros de tamaño y sigue creciendo. Muchas de las comunidades en el camino de la mancha de crudo son las mismas que fueron devastadas por el Huracán Katrina en el 2005.

El petróleo, que brota sin control de un profundo pozo submarino dañado a unos 68 kilómetros de la costa de Luisiana, es presionado al norte por vientos fuertes y cambiantes.

El sábado, la franja más avanzada de la mancha se extendía frente a Venice, una pequeña comunidad pesquera a unos 121 kilómetros al sudeste de Nueva Orleans. Las costas de Mississippi y Alabama podrían estar en riesgo dentro de tres o cuatro días, dijeron funcionarios.

SOPA ACEITOSA

En la ruta de la extensa mancha se encuentran grandes canales de navegación, áreas de pesca claves, refugios de flora y fauna nacional, además de populares playas. Hasta ahora, las líneas más importantes de navegación que llevan al Río Mississippi y los grandes puertos de la costa del Golfo no han sido afectados, indicaron funcionarios.

La costa del Golfo de México y sus pantanales son hogar de cientos de especies salvajes, incluidos manatís, tortugas marinas, delfines, marsopas, ballenas, nutrias, pelícanos y otras aves.

El Golfo también es uno de los terreno más fértiles de comida marina, lleno de camarones, ostras, mejillones, cangrejos y pescados. Mantiene a una industria de 1.800 millones de dólares, sólo por detrás de Alaska.

En la primera señal de que el derrame afectó la producción de energía estadounidense costa afuera, el Servicio de Manejo de Minerales dijo el sábado que dos plataformas estadounidenses frente al Golfo de México debieron cerrar y que una tercera fue evacuada como medida de seguridad.

Se esperaban más cierres, agregó, pero la producción afectada hasta el momento era muy pequeña.

Sin embargo, las grandes instalaciones de gas y petróleo del Golfo están en su mayoría al sur y el oeste del derrame y no habían sido afectadas por ella hasta el sábado, según un portavoz de las compañías, que incluyen a BP Plc, Royal Dutch Shell y Chevron Corp.

La filtración, que siguió a la explosión y hundimiento de una torre de perforación la semana pasada, obligó a Obama a suspender planes políticamente delicados para expandir las perforaciones de crudo mar adentro.

Los proyectos habían sido develados el mes pasado, en parte para atraer el apoyo republicano a una legislación sobre cambio climático.

El Gobierno de Estados Unidos está aumentando la presión sobre el gigante energético con base en Londres BP, propietario del pozo averiado, para que haga mayores esfuerzos por tapar el flujo de crudo y contenga la creciente mancha.

Se estima que el costo de la operación y el posible daño que podría causar el derrame sería de miles de millones de dólares.

El petróleo fluye a razón de 5.000 barriles diarios, según estimaciones del Gobierno, pero expertos dicen que la cantidad de crudo que escapa es difícil de medir y podría ser mayor.

Sin una solución sencilla a la vista para cerrar un pozo que se encuentra a unos 1,6 kilómetros bajo el mar, varios cientos de barcos y aviones están trabajando para contener la mancha en la superficie.

La Guardia Costera extendió barreras flotantes de contención, las que son ubicadas en el agua y absorben el petróleo, en un esfuerzo por impedir que el crudo contamine la costa. Pero las marejadas han interferido con esos esfuerzos.

El Gobierno de Obama ha dicho que no se permitirán nuevas zonas de perforación hasta después de una revisión sobre el derrame.

(Reporte adicional de Chris Baltimore y Kristen Hays en Houston, Tom Bergin en Londres, Carlos Barria en Venice, Louisiana, Phil Stewart en Washington, Joshua Schnyer y Rebekah Kebede en Nueva York; Escrito por Pascal Fletcher y Ros Krasny; Editado en español por Ricardo Figueroa)

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