WASHINGTON — El presidente Barack Obama anunció este miércoles la apertura a la explotación petrolera de nuevas zonas frente a las costas de Estados Unidos, afirmando que esta "difícil" decisión fue motivada por la necesidad de asegurar la independencia energética del país.
El anuncio, que provocó de inmediato la preocupación y la condena de grupos ecologistas, se produjo a pesar de que Obama había hecho del desarrollo de energías "verdes" una de las piedras angulares de su política económica.
Pero durante una alocución en la base militar de Andrews, a 15 km de Washington, Obama dijo que el intento de acceder a zonas petroleras en aguas territoriales estadounidenses, como afirmó en su campaña electoral en 2008, debía permitir efectuar una "transición" suave hacia nuevas formas de energía.
"A corto plazo, mientras realizamos una transición hacia energías más limpias, debemos tomar decisiones difíciles sobre la apertura de nuevas zonas en el mar para el desarrollo (de la explotación) petrolera y gasífera siempre protegiendo la zonas habitadas y las costas", dijo el mandatario.
"En definitiva, dadas nuestras necesidades de energía, para sostener el crecimiento económico, crear empleos y hacer que nuestras empresas se mantengan competitivas, tendremos que dominar fuentes de carburante tradicional, y aumentar al mismo tiempo la producción de energía renovable", agregó.
Entre las zonas concernidas figuran las aguas frente a las costas de Virginia (este) y nuevas partes del Golfo de México (sur). En cambio, no figurarían otras zonas sensibles como la bahía de Bristol en Alaska (noroeste) y el conjunto de la costa del Pacífico.
"Estamos muy decepcionados de ver importantes zonas como la costa ártica y la del Atlántico abiertas a la perforación petrolera", declaró en un comunicado Michael Brune, director general del Sierra Club, la mayor organización estadounidense de defensa del medioambiente.
"Lo que se necesita son medidas decisivas que permitan el desarrollo de fuentes de energía verde, como las nuevas reglamentaciones sobre los autos limpios anunciadas esta semana, pero no nuevas perforaciones petroleras en el mar, contaminantes y costosas", agregó.
La industria petrolera ha tenido acceso a millones de hectáreas de tierras y aguas federales y "no es necesario ceder las últimas zonas públicas costeras protegidas para que las compañías petroleras obtengan todavía más ganancias, ya récord", dijo Brune.
Este activista del Sierra Club advirtió contra el hecho de que la explotación en el Artico amenaza entre otros a las ballenas y los osos polares.
Además, señaló Brune, "perforar nuestras zonas costeras no hará nada por bajar los precios de la gasolina o reducir la dependencia energética estadounidense del extranjero".
Para Phil Radford, director general de Greenpeace, la decisión de Obama sólo hará "aumentar el acostumbramiento de Estados Unidos al petróleo (...) mientras que China y Alemania están camino a ganar la carrera de la energía limpia".
En la actualidad, 1.844 concesiones federales petroleras y gasíferas frente a las costas estadounidenses son explotadas sobre un total de 7.316, es decir un 25%, dijo el demócrata Ed Markey, presidente de la Comisión de la Cámara de Representantes sobre independencia energética y calentamiento climático.
En superficie, las concesiones que son objeto de perforación representan unos 3,6 millones de hectáres sobre un total de 15,9 millones, es decir alrededor de 22%
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