lunes, 27 de febrero de 2023

Postal Sabana del Medio (Gustavo Coronel)





Durante la década de los 90 me fuí con mi esposa a vivir a Sabana del Medio, una urbanización rural cercana a Valencia, la obra de un emprendedor valenciano llamado Luis Ugarte. Con el dinero de la venta de un pequeño apartamento en Cerro Verde, en Caracas, compramos dos hectáreas de terreno en Sabana del Medio e hicimos una casa de 400 metros cuadrados, con piscina, gran jardín donde sembramos 600 matas frutales y árboles de sombra y construímos caminos interiores y un parrillero. Era, así lo creo, un mini-paraíso, eso sí, caluroso y afligido por las contínuas interrupciones del servicio eléctrico de la inepta Eleoccidente. En todo caso, mi esposa y yo fuímos felices allá, aunque nos dímos cuenta rapidamente que la tierra no era fértil, aunque si lo suficientemente buena para aguacates, cítricos y algunas otras especies frutales. El caujíl rojo y amarillo se daba salvaje y teníamos un riachuelo al costado de la casa que tenía agua durante todo el año, lleno de pequeñas babas y peces variados. La comunidad era pequeña, de gente emprendedora, auqnue la mayoría de los vecinos no vivían allá sino que tenían casas de fin de semana, pués vivían en Valencia o Maracay. Algunos habitantes de Sabana del Medio hicieron extraordinarios aportes a la comunidad. Tengo un agradable recuerdo de Jesús Pulido, Raymundo Cariello y de un maravilloso señor italiano quien se ofreció, sin conocerme, como garante de mis compras para la construcción de nuestra vivienda.

Poco a poco, sobre todo después de 2000, se fueron imponiendo las duras realidades de la zona: atracos, invasiones, ranchificación, hasta asesinatos de gente conocida. En la vecina Barrera existían siete botiquines pero no una biblioteca pública o un cine. La cercanía del Penal de Tocuyito no era tranqulizadora. Los vegetales del mercado eran cada vez más melancólicos. Nunca pudimos tener un teléfono, hasta que llegó el primer celular. El Internet llegó tarde y luego desapareció. Fracasamos en un intento de convertir una posada muy bella, propiedad de Luis Ugarte, en un centro de entrenamiento para los empleados de la General Motors. Decepcionados por la sensación de haber perdido nuestra “Shangri La”, salimos de Sabana del Medio en 2003.

Hoy veo una noticia sobre Sabana del Medio que me entristece:

“A las 4:00 pm del jueves, los juegos y las actividades recreativas que realizaban los 150 niños del plan vacacional del Banco de Venezuela fueron interrumpidas por siete hombres armados que irrumpieron de forma violenta en la agropecuaria Sabana del Medio, ubicada en el sector Barrera del Municipio Libertador del estado Carabobo. El grupo, conformado por los menores de edad y 30 adultos, se encontraba en esta finca disfrutando del receso escolar con actividades organizadas por le empresa en que trabajan sus padres. Durante una de sus actividades del jueves en la tarde fueron sometidos por los delincuentes, quienes portaban armas largas. Según fuentes extraoficiales, los visitantes provenían de Caracas y se encontraban en la agropecuaria, situada en el sector Tocuyito de Carabobo, muy cerca de la frontera con Cojedes.


Los 7 delincuentes primero sometieron a las personas que se encontraban en la entrada, custodiando el acceso al lugar, y posteriormente amenazaron con escopetas y revólveres a los niños y sus acompañantes. Los despojaron de teléfonos celulares, dinero en efectivo y otras pertenencias, y afortunadamente ninguna de las víctimas resultó herida.

Pienso que este asalto a niños es una prueba más del envilecimiento que se ha apoderado de nuestro país, enviándolo de golpe y porrazo a escalones inferiores del desarrollo y del bienestar social. Venezuela se ha convertido en un país dominado por la delincuencia, fuera y dentro del gobierno. Pienso hoy en Sabana del Medio y en el sueño que tuvimos de hacerlo un paraíso.
Que difícil es hacer progresar a Venezuela!


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