Los principales productores petroleros en América Latina -México, Venezuela, Brasil y Colombia- apuestan el desarrollo futuro de su industria al crudo pesado y extrapesado, animados por los buenos precios internacionales y ante el declive de los campos de livianos.
"Las cada vez más difíciles condiciones para encontrar petróleo ligero, sumado con los buenos precios del mercado internacional, han hecho ganar espacio a los crudos pesados y extrapesados, especialmente en América Latina", dijo este martes Javier Gutiérrez, presidente de la estatal colombiana Ecopetrol, en un congreso regional de crudos pesados que se realiza en Bogotá.
A su vez, Carlos Rodado, ministro de Energía de Colombia, sostuvo que el desarrollo de los crudos pesados y extrapesados en América Latina "tiene un futuro promisorio, gracias a los avances de la tecnología para su extracción, la mejora en su factor de recobro y en los procesos de refinación".
Venezuela tiene las mayores reservas petroleras certificadas del mundo, un volumen de 296.500 millones de barriles, de los cuales 220.000 millones son de crudo pesado y extrapesado que se encuentra en la Faja del río Orinoco.
México, que ha visto caer su producción de 3,3 millones de barriles diarios (b/d) en 2004 a unos 2,5 millones en la actualidad, cuenta con reservas de 43.000 millones de barriles de crudo equivalente, de los cuales 52% corresponde a crudos pesados o extrapesados.
"Los extrapesados son el futuro de México. Las reservas de petróleo fácil se están acabando, y vivimos el declive de nuestro principal campo, Cantarell, que produce actualmente unos 500.000 b/d", dijo Luis Angel Carrillo, coordinador del proyecto de crudos extrapesados de la estatal Pemex, a la AFP.
Pemex planea explotar 11 campos de petróleo pesado en el Golfo de México, con la perforación de 100 pozos y la instalación de 15 plataformas para conseguir su primera produción en 2014.
El primero de ellos sería el de Ayatsil Teker, con 59 km2 y reservas estimadas de 725 millones de crudo equivalente.
Carrillo indicó que las pruebas han dado crudos de menos de 11 grados API con viscosidades muy altas, que serían mejorados con petróleo ligero marino de campos cecanos para asegurar la comercialización del proyecto.
Colombia, en tanto, vive un aumento de su producción petrolera, que pasó de 530.000 b/d en 2007 a unos 930.000 b/d en junio pasado, de los cuales 60% corresponde a petróleo pesado y extrapesado. Sus reservas probadas alcanzaron 2.058 millones de barriles en 2010.
Brasil, con reservas probadas de 14.246 millones de barriles en 2010 y una meta de producción para este año de 2,1 millones de b/d, extrae unos 460.000 b/d de crudos pesados en campos costa afuera.
"Enfrentamos un reto muy grande, porque gran parte de las acumulaciones de hidrocarburos en nuestras aguas son de crudos pesados", a profundidades de más de 1.500 metros en la cuenca de Campos, explicó Clovis Santos, directivo de la estatal brasilera Petrobras.
"Desarrollamos tecnología para pozos horizontales, bombas sumergibles de alta potencia, nuevas tecnologías para separar el agua del crudo, y unidades de producción de amplia capacidad para el procesamiento de líquidos", enumeró Santos.
"¿Valió la pena? Pues hay ya varios proyectos que están poniendo en producción esas grandes reservas", anotó.
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