Diez estudiantes de ingeniería aeronáutica de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han diseñado el dirigible del siglo XXI, bautizado como Freighter Bird (pájaro cargador), una aeronave ecológica capaz de transportar gran cantidad de peso a velocidad mediana sin usar combustible fósil. Gran ahorro energético, drástica reducción de emisiones de CO2, nula contaminación acústica y viabilidad técnica y comercial son los valores de esta idea que consiguió el premio SENER-ETSEIAT del curso pasado.
360 metros de largo, 40 metros de altura, 400 toneladas de peso, una velocidad punta de 130 km/h, propulsión con energía solar, estructura de aluminio y fibra de vidrio y 805.000 m3 de volumen que se llenan de helio para mantenerse en el aire. Estos son los datos básicos de la ficha técnica del dirigible que han diseñado los estudiantes de ingeniería aeronáutica. Una aeronave que, sobre todo, tiene la virtud de no contaminar porque es capaz de transportar cada día 200 toneladas a 130 km/h, ahorrando al medio ambiente 8.000 toneladas de CO2 y 65 toneladas de óxido de hidrógeno. El ahorro anual estimado por los estudiantes en dinero por combustible seria de medio millón de euros por cada dirigible.
Dirigible con energía solar
Si no es con gasolina, ¿cómo funciona el dirigible? Esta es la pregunta que todo el mundo hace a los estudiantes, que han ideado un ingenioso sistema de captura de la energía del sol con placas solares dispuestas por toda la superficie superior del Freighter Bird. Esta energía se almacena en unas baterías que la transforman para mover las hélices ubicadas en la popa de la aeronave.
Para dar algo más de potencia, las baterías se acompañan de pequeñas células de hidrógeno en cantidad ínfima que quedan aisladas en cuatro tanques estancos para reducir cualquier tipo de riesgo. Y es que la seguridad era otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de trabajar el proyecto. Muchos todavía recuerdan las imágenes mudas de los años 30 de un zepelín en llamas. “Esto ya no es ningún problema. Este zepelín estalló porque el gas con que hinchaban la aeronave era hidrógeno, un gas muy ligero. El nuestro es de helio, que pesa un poco más que el hidrógeno, pero que no es inflamable, por lo tanto no hay ningún tipo de riesgo de accidente similar al del zepelín de 1937”, afirman los autores del proyecto.
Viabilidad económica
Uno de los parámetros que evaluaba la empresa SENER y el profesorado de la asignatura de Proyectos de Ingeniería de la ETSEIAT era la viabilidad económica de la idea y la rentabilidad comercial. Según el jurado del premio SENER-ETSEIAT, el equipo del Freighter Bird demuestra con creces que este dirigible es perfectamente construible y que podría ser competitivo en el mercado actual.
El precio estimado de construcción seria de 45 millones de euros, un precio equivalente al del clásico Boeing 747. Su rentabilidad, en un mercado tan difícil y competitivo como el aeronáutico, estaría asegurada, puesto que ocuparía un segmento a medio camino entre las ventajas y las desventajas de los aviones y los grandes barcos de transporte de mercancías.
El Freighter Bird seria, pues, más económico que el avión pero más lento, y más caro que el barco pero más rápido. Según el estudio hecho por el equipo de estudiantes, el coste del barco es de 0,36€ por kilómetros y contenedor transportado; el de el avión es de 50€ por kilómetro y contenedor transportado y el del dirigible sería de 1,18€ por kilómetro y contenedor transportado.
El dirigible, por lo tanto, no sustituiría al avión pero sería un complemento necesario al mercado aeronáutico. De hecho, según explican los autores del proyecto, hay empresas que tienen en cartera esta idea y están estudiando de manera muy seria ponerla en práctica. El Aeroscraft de la empresa norteamericana Worldwide Aeros Corporation, o el israelí Airshipone son dos ejemplos de prototipos comerciales en estudio pensados para el ocio y el turismo de lujo.
Sin necesidad de aeropuertos
Los estudiantes, además, destacan otro valor añadido que hace del dirigible un medio óptimo para el transporte de mercancías: no necesita ninguna infraestructura especialmente adecuada para elevarse o aterrizar y podría cargar o descargar las mercancías muy cerca de su origen real, ahorrando así el primer desplazamiento de la mercancía a los aeropuertos o a los puertos. El dirigible está diseñado para cargar incluso durante el vuelo.
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