Empresas Públicas de Medellín inicia en los próximos días el proyecto hidroeléctrico más grande de sus 47 años de historia y uno de los más importantes del país. Tras una audiencia de seis horas realizada el pasado martes, en la que hubo señalamientos, llamados al orden y retiros del auditorio Himerio Pérez de EPM, la empresa antioqueña le adjudicó el contrato de las principales obras civiles del proyecto hidroeléctrico Ituango al Consorcio CCC Ituango, el mismo que construyó Porce III y que se preveía como posible ganador.
Para Juan E. Calle, gerente de EPM, el consorcio, conformado por las firmas Comercio Camargo Correa (Brasil), Conconcreto y Coninsa Ramón H. (Colombia), ganó el contrato porque cumplió con los tres principales requisitos: menor valor de la propuesta ($1,89 billones), cumplimiento en contratos anteriores y oferta de financiación en firme. “El 45% del consorcio está en firmas colombianas; este es el porcentaje más alto en proyectos de este tipo en la historia de EPM”, dijo Calle.
Ahora el reto de CCC Ituango es construir en seis años y tres meses un dique de 20 millones de metros cúbicos de roca y 225 metros de altura, entre otras obras. El proyecto, que tendrá una inversión total de US$5.508 millones, comenzará a operar en 2018 y estará finalizado en 2021. En ese momento, sus 2.400 megavatios, que equivaldrían al 16% de la capacidad de energía total de Colombia, duplicarán la capacidad de EPM.
Pese a que el gerente Calle dijo al final de la audiencia que el proceso de contratación finalizó sin traumatismos, lo cierto es que diversas voces mostraron en el transcurso de la audiencia su desacuerdo con lo que, según ellos, fue un proceso amañado. EPM respondió que las propuestas del Consorcio Pescadero Ituango y de la Unión Temporal AOCO fueron rechazadas porque se constató que no cumplían con el requisito de experiencia exigido en el pliego de condiciones, en el que dice, por ejemplo, que “no se aceptará experiencia que provenga (…) de sociedades que hayan recibido de otras sociedades aportes en especie”.
A pesar de que esta aclaración fue hecha siete días antes de la fecha de cierre para la presentación de las propuestas (21 de marzo de 2012), EPM aseguró que, de acuerdo con el pliego de condiciones, era posible modificar los términos hasta cinco días hábiles antes del plazo final. Sin embargo, AOCO puso una acción de tutela, argumentando violación a los derechos fundamentales al debido proceso y a la igualdad. El Juzgado 18 Civil Municipal de Medellín respondió que no encontró “vulneración argumentada por las empresas accionantes”.
Otro aspecto que enturbió parte del proceso fue la inquietud sobre si un miembro de la junta directiva de Coninsa Ramón H. era el representante legal de la empresa que diseñó el proyecto hidroeléctrico. En este punto, EPM afirmó que Jairo Hoyos, el aludido y representante legal de Integral, ya no hacía parte de Coninsa —según un certificado de 2011 de la Cámara de Comercio de Medellín— y que su empresa no hizo los diseños.
Pese a que Hoyos era miembro de las juntas directivas de las empresas que integraron el consorcio Generación Ituango, conformado por dos filiales de Integral —Solingral e Integral Ingeniería de Consulta—, EPM aseguró, basada en una respuesta de CCC Ituango, que Hoyos no intervino directamente en los diseños porque en ese período no ejerció funciones operativas, administrativas o de ejecución en Solingral y no actuó como miembro de junta de Integral Ingeniería.
Impacto, historia y polémica
La obra se construye a 171 kilómetros de Medellín, en tierras de los municipios de Briceño, Ituango y Toledo. A la fecha, el proyecto ha vinculado a 3.061 personas, de las cuales un porcentaje significativo corresponde a mano de obra no calificada y semicalificada de la zona. En su fase plena, generará cerca de 7.000 empleos directos y unos 20.000 indirectos. A junio de 2012 se habían invertido $2.310 millones en compras menores en los municipios, dinamizando así las economías regionales.
La visión de esta gran hidroeléctrica se concibió desde la década de los 60, pero EPM lo consideró por mucho tiempo un proyecto inviable. El proyecto Hidroituango, adscrito al Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea), carecía de los recursos necesarios para la magnitud de la obra y cobró un inusitado protagonismo en 2008, cuando el entonces gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, decidió que el Idea se hiciera a un paquete de acciones de socios minoritarios y sacara la megaobra por medio de subasta.
Empresas internacionales se interesaron en la ejecución y el regionalismo antioqueño se agitó, moviendo fichas para que EPM se hiciera a la materialización de la obra. Al final se logró que Ramos suscribiera un acuerdo entre EPM y el Idea para no subastar el proyecto. El Idea obtuvo la capitalización de Hidroituango y EPM se comprometió a construir y operar la hidroeléctrica.
La licitación, adjudicada por EPM en representación de EPM Ituango, incluye la compra de los equipos (turbinas, generadores y máquinas asociadas), el diseño, la fabricación, las pruebas, el transporte, la supervisión del montaje y la capacitación para el personal de EPM que lo operará.
El contrato que firmará la compañía brasileña, cuya sede es la ciudad de Sao Paulo, con EPM tendrá un costo de 225,5 millones de dólares y un plazo de ejecución de 127 meses, es decir, un poco más de 10 años y medio.
Al término de la audiencia pública en la que se reveló el nombre de la compañía ganadora, el gerente General de EPM, Juan Esteban Calle, indicó que Alstom Brasil Energía e Transporte ofrece garantía y confianza para cumplir este nuevo compromiso adquirido por EPM en la ejecución del proyecto Ituango, ya que tiene amplia experiencia en el suministro de equipamientos y servicios para la generación de energía eléctrica y servicios ferroviarios.
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